Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas
La Agenda 2030, una hoja de ruta global adoptada por todos los estados miembros de las Naciones Unidas en 2015, describe una visión para un futuro pacífico y próspero para las personas y el planeta.
En el centro de esta agenda se encuentran los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que requieren una acción urgente y colaborativa de todas las naciones. Estos objetivos reconocen la naturaleza interconectada de los desafíos globales, subrayando la necesidad de abordar simultáneamente la pobreza, la desigualdad y la degradación ambiental.
Al mejorar la salud, la educación y las oportunidades económicas, y al mismo tiempo salvaguardar nuestros recursos naturales, podemos crear un mundo más sostenible y equitativo para las generaciones futuras.
Los objetivos apoyados por la Fundación Chiesi
La Fundación Chiesi, profundamente comprometida con la mejora de la salud global y la promoción del desarrollo sostenible, apoya activamente los Objetivos de Desarrollo Sostenible 3 y 17 de las Naciones Unidas.
A través de su apoyo a estos ODS, la Fundación Chiesi contribuye a construir un futuro más saludable y justo para todos.
Objetivo 3: garantizar la salud y el bienestar para todos en todas las edades
En Fundación Chiesi trabajamos con el objetivo de garantizar el derecho a la salud y mejorar la calidad de vida de todas las personas y en todas las edades.
Objetivo 17: Fortalecer los medios de implementación y renovar la alianza global para el desarrollo sostenible
Facilitamos la creación de redes y asociaciones trabajando en estrecha colaboración con instituciones locales e internacionales, Ministerios de Salud, universidades, ONG, hospitales y profesionales de la salud.
Objetivo 3: Garantizar la salud y el bienestar para todos en todas las edades
En 2022, casi 2,3 millones de niños murieron en los primeros 28 días de vida en todo el mundo (aproximadamente 6.500 por día), lo que representa el 47% de todas las muertes de niños menores de cinco años.
La tasa de mortalidad neonatal es la probabilidad de que un bebé nacido en un año o período específico muera durante los primeros 28 días completos de vida y se expresa en relación con cada 1.000 nacidos vivos. Las muertes neonatales se pueden dividir en muertes neonatales tempranas, que ocurren durante los primeros 7 días de vida, y muertes neonatales tardías, que ocurren entre el día 7 y 28 de vida.
Aunque desde 1990 se han logrado avances importantes en la supervivencia infantil, la disminución de la mortalidad neonatal ha sido menos significativa que la de la mortalidad de niños menores de cinco años.
El riesgo de muerte en el primer mes de vida varía significativamente según la región: el África subsahariana tiene la tasa de mortalidad neonatal más alta del mundo; 11 veces mayor que el de Australia y Nueva Zelanda. A nivel nacional, las tasas de mortalidad neonatal en 2022 oscilaron entre 0,7 y 39,4 muertes por cada 1.000 nacidos vivos, lo que pone de relieve las enormes disparidades en las posibilidades de supervivencia.
La Fundación Chiesi está particularmente dedicada a lograr el Objetivo 3.2 » Para 2030, poner fin a las muertes evitables de recién nacidos y niños menores de 5 años, y que todos los países se propongan reducir la mortalidad neonatal a al menos 12 por cada 1.000 nacimientos vivos y la mortalidad de niños menores de 5 años a al menos 25 por cada 1.000 nacidos vivos .»
Para ello, la Fundación Chiesi ha desarrollado el modelo NEST (Neonatal Essential Survival Technology), actualmente activo en Benin, Burundi, Burkina Faso y Togo.
Objetivo 17: Fortalecer los medios de implementación y renovar la alianza global para el desarrollo sostenible
Las alianzas globales para el desarrollo sostenible enfrentan desafíos importantes. A pesar de los esfuerzos por movilizar financiación, ampliar el acceso a la tecnología y fortalecer los sistemas de datos, en los países en desarrollo persiste una importante brecha de inversión anual de 4 billones de dólares.
Junto con una deuda externa sin precedentes y una conectividad limitada a Internet, estos desafíos resaltan la necesidad urgente de una mayor cooperación internacional. En un clima de crecientes tensiones geopolíticas, la colaboración sostenida es clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.